martes, 19 de abril de 2011

El Teatro en la antiguedad.



En Roma, como en Grecia, los teatros eran de enormes proporciones; los de Herculano y de Pompeya contenían de 35.000 a 40.000 asientos. Su número debía de ser muy considerable, a juzgar por los vestigios que se han encontrado en Italia, en Sicilia, en España y en Francia, donde se encuentran los restos más interesantes de esta clase de construcciones. Los romanos conocieron el telón, o cortina, que se diferenciaba del actual en que en vez de desenrollarse descendiendo desde el techo hasta el suelo, salía y subía desde las profundidades para volver a hundirse cuando los actores iban a salir a escena, de modo que el telón se bajaba cuando la función comenzaba. La expresión de Horacio aulea premuntur (se ha bajado el telón) significa, pues, «empieza la comedia»; y por el contrario, la frase de Ovidio aulea tolluntur (se alza el telón) equivale a «la comedia ha terminado». Las patricias podían depositar a la puerta de los corredores, o «vomitorios», los objetos de que querían desembarazarse y a cambio de los cuales recibían un cuadrado de marfil (carta eburnea); después ofrecíanles una banqueta y una almohada (scamnum ac pulvinum). El silbido, empleado como muestra de impaciencia o desaprobación, estaba muy en boga entre los griegos, quienes utilizaban para silbar un instrumento de varias notas llamado syrinx, que les permitía producir sonidos más o menos agudos según el grado de descontento que querían manifestar. Demóstenes se sirvió de una flauta de este género, compuesta de siete tubos, para burlarse de Esquilo un día en que éste había subido al teatro con objeto de ejercitarse en la palabra antes de atreverse a subir a la tribuna. Los pórticos del escenario eran cubiertos, pero la parte reservada al público sólo estaba abrigada por unos lienzos fijados en mástiles. Desde la galería que rodeaba al teatro hacíase caer sobre éste como un rocío de agua de olor distribuida por medio de varios tubos dispuestos en las estatuas que se alzaban en lo alto de los pórticos.

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